Los ultras y los gobiernos

Los horribles atentados perpetrados en Noruega por un ultracristiano en solitario, como parece ser hasta el momento ,han abierto el debate sobre el peligro de los grupos o partidos de ultra derecha y ultraizquierda.

No soy de la opinión de proceder a la disolución de una facción o ala de un partido por tener posturas más radicales, como pretende en Francia, Harlem Désir primer secretario del PS (partido socialista francés)ha pedido al secretario general de la UMP Jean François Copé. la disolución del colectivo droite populaire, por alimentar el odio y el rechazo a los inmigrantes.En España se ha permitido que la banda de ultraizquierda ETA acceda a las instituciones a través de su brazo político Bildu mediante una controvertida resolución judicial.

Los gobiernos se guardarán muy mucho ,de recortar los derechos fundamentales y las libertades individuales como debe ser,respondiendo tales grupos, facciones o partidos de las acciones como apología del terrorismo o de la violencia. Salvaguardado el derecho de expresión son inevitables las confrontaciones verbales ,chispazos y escaramuzas callejeras.

Las ideas políticas deben ser toleradas aunque estén en las antípodas de las nuestras,

pero eso no significa compartirlas. Pueden exacerbar en sectores de la población,sentimientos xenófobos y concretamente islamófobos que ya subyacían por el choque de culturas que se produce en los países receptores.No olvidemos que el partido nazi, ultranacionalista,antiliberal y judeófobo, ascendió al poder en Alemania legalmente en 1933, aprovechando el clima de descontento social y paro que se venía arrastrando desde unos años antes de la Gran Depresión. Después Hitler proclamó el partido único y vino lo que todos conocemos.

 Existe ese peligro, por el ascenso en los útimos años de los ultras en los países escandinavos, Bélgica, Holanda,Francia,Italia e incluso ,en países del Este que prácticamente no tienen inmigración como Polonia, Eslovenia y Hungría. Cuando los países con democracia están en sus horas más bajas , los pueblos se dejan llevar por el líder populista que hace renacer la conciencia nacional y la ilusión de un futuro mejor.