martes, 30 de agosto de 2011

El putómetro

Las prostitutas callejeras de Bonn, antigua capital de la Alemania Occidental o República Federal Alemana, tendrán que pagar una tarifa sexual de 6 euros por ejercer su trabajo desde las 20,15 h. hasta las 6.00 de la mañana. El impuesto que ya se pagaba en los prostíbulos se ha extendido también al comercio sexual de la calle. Así que por ocupar un espacio en la esquina, esperando al cliente, o bajo la luz tenue de una farola tendrá que tener la profesional el ticket en su bolsillo, ya que hay inspectores que velarán por el cumplimiento de la norma, sancionando con 100 euros a las que no justifiquen el pago. Parece que también disponen de unas rústicas casetas de madera donde trajinar al cliente con cierta intimidad. Con la ley del impuesto sexual, el ayuntamiento de Bonn espera conseguir unos 300.000 euros anuales que no vienen mal en estos tiempos difíciles. Para los que hayan visitado Bonn l  y se orienten, les diré que ,de momento,el primer aparato sexworkermeter o putómetro se ha instalado en la Immenburgstrasse frente a un sex shop y cercano a un espacio para aparcamiento.

El fin, hoy justifica los medios. Recuerden que Suetonio contaba que al recriminar Tito a su padre Vespasiano, el que hubiera ordenado cobrar por utilizar las letrinas públicas, el emperador le contestó acercándole unos denarios a la nariz, que "el dinero no tiene olor". El ejercicio de la prostitución es legal en Alemania, donde el negocio del sexo está controlado y fiscalizado y el concejo de Bonn pretende acabar con la economía sumergida y sobre todo la nocturna.

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