Mis protagonistas son aquellos seres que pululan por las ciudades, que viajan en metro o autobús, que frecuentan los centros comerciales y que dejan su impronta en forma de tufarada desagradable para nuestras pituitarias. A la materia hedionda algunos llaman sobaquina, término admitido por la RAE, otros axilina que queda más fino y algunos del cono sur americano, tufo axilar.El hedor procedente de los pies aún pude ser peor. Hay analistas de esto, que hablan de la calidad individual del sudor que va desde el prácticamente inodoro hasta la bromhidrosis. Existen algunos que intentar paliarlo poniendo encima un estrato de desodorante. Entonces se producen múltiples combinaciones aromáticas y cada individuo aporta un matiz diferente al resultado.
También se considera un factor de atracción sexual complementando el aspecto olfativo los otros elementos que favorecen el apareamiento.Pero dejemos esta última apreciación para el momento oportuno. Es indudable que la acción del agua con la adición de jabón es el antídoto más eficaz para neutralizar estos efluvios , que en verano sufrimos de algunos prójimos y prójimas.
Pasen por la ducha una o dos veces al día y enjabónense, please.
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